10 - 16 juin : « Avez-vous éprouvé ce grand changement dans votre cœur ? »
Alma 5-7
Alma ne connaissait pas les opérations chirurgicales de transplantation cardiaque actuelles, qui sauvent des vies en remplaçant un cœur affaibli ou malade par un cœur en bonne santé. Mais il connaissait un « changement de cœur » plus miraculeux (Alma 5:26), par lequel le Sauveur nous donne une nouvelle vie spirituelle, comme si nous étions « nés de nouveau » (voir Alma 5:14,49). Alma voyait que ce changement de cœur était exactement ce dont beaucoup de Néphites avaient besoin. Certains étaient riches et d’autres pauvres, certains orgueilleux et d’autres humbles, certains persécutaient les autres et certains étaient victimes de persécutions (voir Alma 4:6-15). Mais, comme chacun de nous, ils avaient tous besoin de venir à Jésus-Christ pour être guéris. Que nous cherchions à surmonter notre orgueil ou à supporter nos afflictions, le message d’Alma est le même : « Venez et ne craignez pas » (Alma 7:15). Laissez le Sauveur transformer un cœur endurci, pécheur ou blessé en un cœur humble, pur et neuf.
June 10–16: “Have Ye Experienced This Mighty Change in Your Hearts?”
Alma 5–7
Alma did not know about today’s lifesaving heart transplant surgeries, which replace a damaged or diseased heart with a healthy one. But he knew about a more miraculous “change of heart” (Alma 5:26)—one in which the Savior gives us a newness of spiritual life, like being “born again” (see Alma 5:14, 49). Alma could see that this change of heart was exactly what many of the Nephites needed. Some were rich and others poor, some prideful and others humble, some persecutors and others afflicted by persecution (see Alma 4:6–15). But all of them needed to come unto Jesus Christ to be healed—just as we all do. Whether we are seeking to overcome pride or to endure afflictions, Alma’s message is the same: “Come and fear not” (Alma 7:15). Let the Savior change a hardened, sinful, or wounded heart into one that is humble, pure, and new.
10 – 16 junio: “¿Habéis experimentado este potente cambio en vuestros corazones?”
Alma 5–7
Alma no conocía las cirugías actuales de trasplante de corazón, en las que puede salvarse la vida al reemplazar un corazón dañado o enfermo por uno sano. Sin embargo, sabía sobre algo más milagroso, el “cambio en el corazón” (Alma 5:26); un cambio por el cual el Salvador nos da una vida espiritual nueva, a semejanza de “nacer de nuevo” (véase Alma 5:14, 49). Alma se dio cuenta de que ese cambio en el corazón era exactamente lo que necesitaban muchos de los nefitas. Algunos eran ricos, mientras que otros eran pobres; algunos eran orgullosos, otros eran humildes; algunos infligían persecución, en tanto que otros la padecían (véase Alma 4:6–15). Sin embargo, todos ellos necesitaban venir a Cristo para ser sanados, al igual que todos nosotros. Ya sea que estemos procurando vencer el orgullo o sobrellevar aflicciones, el mensaje de Alma es el mismo: “… venid y no temáis” (Alma 7:15). Permite que el Salvador cambie el corazón empedernido, pecaminoso o herido por otro que sea humilde, puro y nuevo.
6月10-16日:「你們的心是否體驗過這種巨大的改變?」
阿Alma, hijo, enseñando a los zoramitas
10 – 16 junio: “¿Habéis experimentado este potente cambio en vuestros corazones?”
Alma 5–7
Alma no conocía las cirugías actuales de trasplante de corazón, en las que puede salvarse la vida al reemplazar un corazón dañado o enfermo por uno sano. Sin embargo, sabía sobre algo más milagroso, el “cambio en el corazón” (Alma 5:26); un cambio por el cual el Salvador nos da una vida espiritual nueva, a semejanza de “nacer de nuevo” (véase Alma 5:14, 49). Alma se dio cuenta de que ese cambio en el corazón era exactamente lo que necesitaban muchos de los nefitas. Algunos eran ricos, mientras que otros eran pobres; algunos eran orgullosos, otros eran humildes; algunos infligían persecución, en tanto que otros la padecían (véase Alma 4:6–15). Sin embargo, todos ellos necesitaban venir a Cristo para ser sanados, al igual que todos nosotros. Ya sea que estemos procurando vencer el orgullo o sobrellevar aflicciones, el mensaje de Alma es el mismo: “… venid y no temáis” (Alma 7:15). Permite que el Salvador cambie el corazón empedernido, pecaminoso o herido por otro que sea humilde, puro y nuevo.
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